Entre las características más particulares que cuenta el Gran Premio de Mónaco se halla que el evento comprende cuatro días de actividades, en lugar de los tradicionales tres, ya que las primeras prácticas libres ocurren los días jueves. Para hallar la razón hay que remontarse hasta el año de 1950, cuando fue inscrito oficialmente como una de las pruebas válidas para el Campeonato Mundial de Fórmula 1.
La primera edición del Gran Premio de Mónaco se programó para el día 21 de mayo, el fin de semana de La Ascensión. Por lógica, el jueves antes de la carrera fue decretado día de fiesta. Así que a partir del día miércoles, el comercio monegasco cerraba sus puertas y las reabría el día lunes. También, a causa del Gran Premio, las calles eran cerradas para acondicionarlas a modo de circuito. Tales situaciones resultaban muy contraproducentes para una de las zonas turísticas y comerciales más importantes del mundo.
La llegada de todo el personal y la infraestructura de la Fórmula 1, además del inmenso caudal de turistas que acuden a presenciar el evento; era una situación ideal para el comercio local, considerando que todo ello ocurría solo una vez al año. En este punto, debido a las fuertes críticas y a las reiteradas quejas de los comerciantes, el decreto de día de fiesta no laborable tuvo que ser reconsiderado.
También estaba el hecho del tráfico automotor que colapsaba cuando cerraban las vías para escenificar el Gran Premio. En este sentido, el Principado decidió utilizar los jueves para comenzar el fin de semana, luego pausar los días viernes con el fin de abrir nuevas rutas de circulación, y retomar la competencia el sábado y el domingo.
Aunque la situación ha cambiado algo desde la llegada de la GP2, ya que el circuito debe albergar este evento desde el viernes en la mañana, sin embargo, en este caso, nadie parece quejarse...
Vía | toilef1
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