La sesión de calificación del GP de Turquía ha resultado de lo más tranquila y sosegada, sobre todo si la comparamos con la de hace tres semanas en Budapest. En esta ocasión no ha habido vuelta extra para nadie y, como se esperaba, la pole ha sido para un Ferrari.
Felipe Massa ha demostrado una vez más que a una vuelta es un piloto muy rápido y ha firmado su quinta pole de la temporada. Otra cosa será mañana ver el ritmo de carrera que es capaz de imprimir y si puede defenderse de sus rivales en un circuito, este sí, en el que se puede adelantar. Junto a él, en primera fila de parrilla, tomará la salida Lewis Hamilton, que le ha ganado el primer pulso del fin de semana a Alonso, que ocupará el cuarto puesto de la parrilla. Entre los dos McLaren, desde la tercera posición, saldrá el segundo Ferrari de Kimi Raikkonen. Es decir, sin sorpresas. Los cuatro candidatos al título y también a la victoria de mañana en las cuatro primeras posiciones. Quizás el Istambul Park sea de los circuitos en los que menos trascendencia tiene la pole, ya que es un trazado en el que las estrategias pueden ser muy variadas y en el que se puede adelantar.
Precisamente en la estrategia es en lo que confía Alonso para desde la cuarta posición poder luchar por la victoria y, sobre todo, acabar por delante de Hamilton, que debe ser su objetivo desde ahora y hasta final de temporada. El piloto español ha comentado que hasta mañana no sabremos exactamente la carga de combustible que llevaba cada uno, pero ha dado a entender que puede ir más cargado que sus rivales directos.
Por detrás de los cuatro de cabeza, los de siempre, los dos BMW Sauber, con Kubica por delante de Heidfeld. El finlandés Kovalainen, que una vez más supera a su compañero de Renault Giancarlo Fisichella saldrá séptimo, seguido por el Williams de Nico Rosberg, el Toyota de Trulli y el propio Fisichella.
La igualdad parece máxima entre los favoritos. A una vuelta se ha impuesto Ferrari, pero habrá que esperar a ver mañana el ritmo de carrera y cómo trata cada coche el neumático Bridgestone, que parece haberse adaptado muy bien, tanto el blando como el duro, a las altas temperaturas del trazado turco.
