La lluvia se ha vuelto a poner en contra del fabricante italiano. En esta ocasión, además de las críticas recibidas por parte de los pilotos, argumentando que los neumáticos de lluvia a veces no tienen el rendimiento necesario para condiciones con mucha agua en pista, les ha impedido probar los nuevos compuestos de 2014 tal y como tenían previstos. El plan era ceder algún juego a los equipos para que los probaran durante los entrenamientos libres.
Prácticamente imposible ha sido ver dichos juegos, completamente negros y sin marca alguna, ya que la lluvia ha impedido a los monoplazas rodar con los neumáticos slick. Esto ha dejado en una comprometida situación a Pirelli ya que los test de cara a probar las gomas de 2014 siguen retrasándose y los equipos aún no han podido probarlos con los nuevos monoplazas, algo que parece que se retrasara hasta las pruebas invernales.
El objetivo será el de intentar probar en diciembre en el circuito de Bahréin junto a una escudería, pero obviamente nadie en el paddock quiere dar ventajas a sus rivales. McLaren ya se ofreció a llevar a Kevin Magnussen para que ganara experiencia y probar así los nuevos Pirelli, sin embargo el resto se han negado. Una de las opciones que están barajando los milaneses es la de comprar un coche de pruebas a uno de los actuales equipos de la parrilla de Fórmula 1.
La normativa le impide comprar actualmente un monoplaza posterior a la temporada 2011, 2012 en el caso de que se espere para realizar dicha compra hasta el 1 de enero de 2014. Paul Hembery no está de acuerdo con ello y ha pedido que se le permita hacerse con un modelo de 2013, de esta misma temporada, ya que Pirelli no es un competidor y que la diferencia entre un año y otro es actualmente demasiado acusada.
