A pesar del accidente en la última vuelta que le ha impedido conseguir una magnífica sexta posición, unos de los grandes protagonistas del Gran Premio de Australia ha sido Pastor Maldonado. Ayer el venezolando y su Williams, sorprendieron a propios y extraños logrando la séptima posición de parrilla de salida. El mejor resultado para el de Maracay en las cuatro ocasiones en las que ha disputado la Q3 (tres en 2011).
Pero más allá de la clasificación, hoy en carrera, Pastor Maldonado ha estado asentado en la zona de puntos durante toda la carrera. Sin hacer ruido y sin demasiados problemas. No hemos visto a un piloto que se subía por las paredes para mantener la posición o para defender la misma. Es más, diríamos que ha sido todo lo contrario. En los últimos compases, ha sido el propio Maldonado el que se ha acercado a Fernando Alonso. Una lástima que finalmente una salida de pista le haya privado de lograr el mejor resultado desde el Gran Premio de Hungría de 2006 2010 cosechado por Nico Hülkenberg.
La sensación que nos ha dejado el Williams FW34 es que ya no se trata del último monoplaza del pelotón de la Fórmula 1. A finales del pasado año, los por aquel entonces Team Lotus, parecían estar más cerca de Williams que de sus teóricos rivales (Marussia y HRT). Es más, el Williams FW33 era en cada gran premio uno de los candidatos a ocupar la decimoctava posición de la Q1. Hoy, la última creación de Grove es un paso adelante.
Los 10 puntos perdidos en los últimos compases habrían significado conseguir en una carrera el doble de puntos cosechados en 2011. No ha podido ser y un error de Maldonado ha roto de golpe el sueño. Pero en Williams hay esperanza. Esta temporada deberían luchar de tu a tu con Sauber, Force India y Toro Rosso por ser el primero del pelotón. Sólo falta por ver si Bruno Senna está preparado para este reto…
