Estaba cantado y finalmente se ha confirmado, Kimi Räikkönen regresa a casa, a la escudería dónde logró el que hasta ahora es su único título Mundial de Fórmula 1. El finlandés llega a una Scuderia Ferrari que sigue en el mismo sitio dónde la dejó en 2009, sin un título Mundial ni de pilotos, ni de constructores en tres años a pesar de contar entre sus filas a uno de los considerados como mejores pilotos de la parrilla, Fernando Alonso.
Räikkönen tiene el honor de regresar a las filas de Ferrari tras salir del equipo anteriormente, algo que muy pocos han hecho, y posiblemente comparta colores con el piloto asturiano con el que todavía no había coincidido en ninguna alineación. Según lo confirmado por el equipo, el contrato es únicamente para dos temporadas (2014 y 2015). Sin duda, un anuncio que se ha hecho de rogar, pero que finalmente ha sido confirmado tras las palabras de ayer de Felipe Massa en su twitter en las que daba la noticia de su salida de Ferrari a final de este mismo año.
Kimi, de 33 años, se quedó precisamente por su edad fuera de la carrera por un asiento en la escudería que actualmente domina el Campeonato del Mundo de Fórmula 1, Red Bull, que en lugar del campeón de 2007 prefirió promocionar al piloto de Toro Rosso, Daniel Ricciardo. Lotus era en principio el otro posible equipo para 2014, sin embargo, las escasas garantías económicas dadas por los hombres de Eric Boullier le hicieron replantearse muchas cosas
Luca Cordero di Montezemolo busca en el finlandés un piloto que rinda a un mayor nivel que Felipe Massa y que ayude al equipo a volver a conseguir el título de constructores. Tan sólo estuvo tres años en Ferrari, en el primero de ellos consiguió 6 victorias y 12 podios, precisamente la temporada en que se alzó con el título. Un entorchado que a pesar de que se le quiere quitar méritos, debido en gran parte al fiasco de McLaren, lo cierto es que se lo mereció si únicamente nos fijamos en las estadísticas.
A partir de ese momento, el pobre rendimiento de los monoplazas rojos y del propio Kimi impidió conseguir algo más que tres triunfos en dos años, pero dejó buen recuerdo en un equipo que es casi como una familia. Veremos si sigue así a partir de ahora, con dos gallos dentro del mismo gallinero de Maranello que desde 1996 lleva sin vivir una situación similar en la que no hay un claro número uno.