Como si el bajo rendimiento del coche y el hambre que pasa Adrian Sutil no fueran suficientes motivos de angustia, en Sauber están conscientes de las desventajas que representa el no contar con un simulador cuando las pruebas privadas están restringidas. Una alternativa a considerar por la jefe del equipo, Monisha Kaltenborn, sería utilizar el simulador de Toyota, pero el costo del alquiler no es nada barato y el configurar los sistemas, según las especificaciones del actual monoplaza, sería un dolor de cabeza.
Otro asunto pendiente, asociado a la ausencia de un simulador, es el destino del piloto ruso Sergei Sirotkin, quien todavía aspira a la súperlicencia y por tal razón no puede estar tras el volante del C33 durante las primeras sesiones libres de cada Gran Premio. Ante la imposibilidad de instruirlo dentro de las instalaciones del equipo, Sauber acudirá a Red Bull para alquilar su avanzado simulador y poner a prueba las destrezas de Sirotkin durante varias sesiones. Como se advierte, un simulador propio, más que una herramienta, se ha convertido en una necesidad para las escuderías de Fórmula 1.
En palabras de Monisha Kaltenborn:
Nosotros no tenemos un simulador y no contemplamos construir uno. En caso de necesitarlo podemos alquilar alguno. Sé que Toyota ofrece ese servicio, de lo contrario no sé cómo haremos. En cuanto a Sergei Sirotkin, hemos aportado todos los documentos para solicitar su súperlicencia, pero nos exigen varias horas de trabajo con el simulador, así que pensamos acudir a Red Bull para que el avance sea significativo.
Vía | Motorsport-total
