Como si quisiera evitar el tráfico, con una enorme desilusión y cara de pocos amigos, Luca Cordero di Montezemolo se marchó del circuito de Sakhir cuando aún ni había terminado la carrera. Sus coches, los de esa compañía tan exclusiva que preside, estaban - por los pelos - dentro de los puntos.
Desde que empezó la temporada Ferrari no está para luchar con los Mercedes, ni con los Force India ni con los Williams. y hoy ni siquiera con los Red Bull. Y se han librado de otros 'amigos', pues los McLaren no estaban en un buen momento... Es obvio que los integrantes del equipo de Maranello no son felices con lo que ven Gran Premio a Gran Premio, pero quien tiene poder de hacer cambios en la Scuderia, hoy ha demostrado que está enormemente decepcionado con lo que ha visto 'in situ'.
Di Montezemolo llegaba a Baréin con el objetivo de debatir con Jean Todt y Bernie Ecclestone si la Fórmula 1 ha entrado en un buen ciclo con la llegada de los motores V6 Turbo. Aunque no ha habido declaraciones que aclaren cómo acabó la reunión, según las palabras de Todt en las que decía que poco se puede hacer y que no hará caso a su amigo Di Montezemolo, podemos deducir que no fue demasiado bien. Ni la reunión ni la actuación de su equipo. Con un coche hecho para ganar, Ferrari hoy se limitó a intentar luchar desde la séptima posición para arriba... y acabaron noveno y décimo. Decepcionado, Di Montezemolo se fue del circuito a mitad de la carrera.
Me parece que no hay mucho que ver aquí. Somos muy lentos en recta, hay una falta de potencia. No esperaba mucho de esta carrera, pero sí algo más. Me duele ver un Ferrari tan lento en recta. Tenemos que trabajar, es necesario que los ingenieros nos pongan un paso por delante. Tenemos varias cosas que probar durante esta semana
Con un enfado mayúsculo y sin despedirse de los que defienden sus colores en la pista, Di Montezemolo se subió a un coche y se fue del circuito. Como acostumbra a hacer, podríamos esperar una carta dando ánimos desde Maranello colgaba en la web, o una 'colleja' a los suyos. Esta vez, debe haber reacción, al menos eso era lo que deseaba su cara de pocos amigos y el "no hay mucho que ver" que espetó a la prensa.
Vía | La Gazzetta dello Sport