Estaba cantado que sería demasiado arriesgado optar a un neumático súper-blando como compuestos menos duradero para el próximo GP de Turquía. Para esta carrera parece que Bridgestone no ha querido complicarse demasiado la vida y llevará una combinación de neumáticos con suficiente contraste para diferenciar rendimiento, pero sin que tampoco suponga uno de ellos jugársela a la ruleta rusa.
Los compuestos blandos y duros han sido los elegidos para Istambul Park. El fabricante japonés de neumáticos ha tenido en cuenta que hay que tener un mínimo de garantías en un mínimo número de vueltas en este circuito que castiga tanto las gomas. Sea por las fuertes frenadas, sea por la altísima velocidad a la que se abordan muchas de sus curvas, como a la alta posibilidad de que aparezca graining en el tramo de las últimas cuatro curvas, en donde cuenta más el agarre mecánico que el aerodinámico.
Un súper-blando aquí habría durado tres vueltas. Un compuesto medio probablemente no duraría tampoco el mínimo que se desea. Ahora bien, estemos pendiente a los duros porque también pueden deparar alguna que otra sorpresa. Sobre todo mientras estén nuevos, y no digamos si el monoplaza que los monte lleva una carga aerodinámica tirando a ligerita. Prometen ver algún que otro contravolante importante ante riesgo de trompo a alta velocidad. Y mejor me ahorro mencionar posibles víctimas en esta situación.
Vía | The F1
En Racingpasión | GP de Turquía de F1
