Monza y Mónaco, los polos opuestos del calendario

Monza y Mónaco, los polos opuestos del calendario
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Ya explicábamos hace unos días las especificaciones técnicas que exigía el rapidísimo circuito de Monza, en el que la velocidad en las largas rectas es la clave para lograr un buen resultado. Y si nos remontamos más atrás todavía, recordaremos como en Mónaco comentábamos todo lo contrario, que lo que primaba era generar downforce, aún a costa de aumentar la resistencia al avance. Está claro que son dos filosofías totalmente opuestas, y qué mejor que ilustrarlo con una imagen comparativa.

He escogido estas dos imágenes de la misma temporada (1997) porque así no quedan alteradas por cambios de reglamentación entre temporadas distintas. Además, me he ido a 1997 porque la libertad en el campo aerodinámico era mucho mayor que hoy en día. Si cogiéramos dos fotos del año pasado, por ejemplo, también veríamos una diferencia absoluta, pero no tan evidente como en años atrás, cuando la libertad de los ingenieros nos regalaba maravillas para el recuerdo. En esa época, los alerones traseros podían estar formados por hasta tres planos (como es el caso del Tyrrell de Mika Salo en Mónaco), y además, los apéndices aerodinámicos "flotantes" todavía estaban permitidos (también se observan dos torretas en el Tyrrell). Y en el caso de Monza, pues un papel de fumar como alerón trasero, y cuanto menos apéndices por medio mejor. Creo que no hay más que observar las diferencias entre el McLaren de David Coulthard en Monza y el Tyrrell de Mika Salo en Mónaco para constatar que Mónaco y Monza representan los dos polos opuestos del calendario.

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