Hay que remontarse hasta octubre del 2006 para rememorar la última vez que Michael Schumacher se subió al podio en la Fórmula 1. Concretamente, hasta el Gran Premio de China en el circuito de Shanghai. Por aquel entonces el heptacampeón mundial se encaramó a lo más alto, en la que ha sido hasta ahora su última victoria en la competición.
Esta temporada la mala suerte ha perseguido al piloto alemán. Por unos motivos u otros ha tenido que abandonar en cinco carreras de un total de ocho. Michael Schumacher ha sufrido todo tipo de problemas mecánicos en su monoplaza, algunos de ellos cuando la carrera pintaba bien para el de Mercedes.
En el Gran Premio de Europa el piloto de Fórmula 1 más laureado de la historia ha tenido la oportunidad de resarcirse. Esta vez los que han sufrido la mala suerte han sido varios de sus rivales, véase Sebastian Vettel, Romain Grosjean, Lewis Hamilton, y Pastor Maldonado. Lo de mala suerte va entre comillas porque algunos se la buscaron, caso del inglés y el venezolano, en un incidente más que evitable.
Uno de los beneficiados del caos en la cabeza después de la salida del coche de seguridad fue Michael Schumacher. El alemán ni siquiera sabía la posición que ocupaba al cruzar la bandera a cuadros. Fue por radio cuando le comunicaron al kaiser que el último escalón del podio era para él.
La fortuna algunas veces te da, y otras veces te quita. A Michael Schumacher le había quitado demasiado este 2012, y el podio del Gran Premio de Europa le compensa en parte. Con una temporada tan imprevisible, no sería descartable que le volvamos a ver subido al cajón.
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