Pasear hoy por el pit-lane del Circuit de Catalunya y ver todos los objetivos de los fotógrafos arremolinados en torno al box de Ferrari y enfocando a un alemán vestido de rojo ha sido como retrotraerse al pasado, aunque no sea un pasado demasiado lejano.
Hacía un año que Michael Schumacher no se enfundaba el mono rojo de Ferrari para completar un test de verdad al volante de uno de los monoplazas de la Scuderia. Y a pesar de llevar más de doce meses apartado de la competición, hoy nadie le ha hecho sombra en Montmelo. Ni en cuanto a la expectación, ni tampoco en los tiempos. El que tuvo retuvo. Una frase que parece hecha para el siete veces Campeón del Mundo, que hoy se ha subido al F2007 y como si el tiempo no hubiera pasado, rápidamente ha demostrado que cuando se pone al volante es insaciable. Su objetivo hoy no era ser el más rápido, sino colaborar en lo posible en el programa de desarrollo de la Scuderia para el 2008, pero Schumacher no iba a dejar escapar la oportunidad de volver a figurar en lo más alto de la tabla de cronometrajes. El alemán ha sido dos décimas de segundo más rápido que Badoer y casi ocho décimas de segundo más veloz que el McLaren de Pedro del a Rosa.
Hoy no estaban ni Alonso, ni Raikkonen, ni Hamilton en el Circuit, pero aunque lo hubieran estado, hoy era el día de Michael. El alemán ha demostrado, por si alguien tenía alguna duda, que si no sigue compitiendo y luchando por los títulos es porque no quiere. Porque él ha decidido que ya no quiere seguir exponiéndose en cada carrera y privando a su familia de su presencia durante tantas semanas y meses. Pero está claro que el 'Kaiser' podría volver cuando se le antojara. Mañana tendremos la oportunidad de seguir disfrutando de él.
Foto | Delfos