Michael Schumahcer cree que puede ser campeón del mundo por octava vez, a pesar de que su sorprendente retorno en 2010 resultó ser más difícil y menos fructífero de lo que él habría deseado. A pesar de ello, un atisbo de mejora a finales de temporada y los nuevos neumáticos Pirelli le dan esperanzas.
El heptacampeón alemán, cuyo principal problema parece que fueron los neumáticos Bridgestone, explica que tras ver lo conseguido en la temporada 2010, le quedó muy claro que se podía conseguir ser campeón del mundo en 2011 o 2012. Evidentemente, ese es el motivo por el que volvió a la Fórmula 1.
Schumacher reconoce que la situación actual de Mercedes no es la que desearían, tras una temporada difícil, pero explica que el trabajo de todo el equipo ha sido muy fuerte, y confía en que ese trabajo dará sus frutos. Tenemos ahora mismo a un Michael muy optimista de cara a 2011.
Estoy seguro de que podemos luchar por ganar carreras este año e incluso luchar por el título. Lo espero. Estoy aquí con un objetivo y quiero conseguirlo. Quiero tener el mejor rendimiento y voy a poner el 100% para lograrlo, y si no lo conseguimos en 2011, entonces tendremos que hacerlo en el último año (de contrato).
Vía | Autosport.com
