Tres días ha tenido Michael Schumacher para poner su cuello a tono para lo que le espera dentro de unas semanas. Estas jornadas de test, mitad favor al Kaiser, mitad pruebas para la evolución del monoplaza de la GP2 que se utilizará en 2011 han servido para que volvamos a ver, en serio, al alemán al volante de un baby-Fórmula 1. Del simulacro en Fiorano al volante de un Ferrari F2007, el alemán no guardará muy buenos recuerdos.
Tras las tres jornadas de esta semana por tierras andaluzas, por delante le esperan quince días de duro trabajo antes de que se ponga en pista con un monoplaza de verdad. El nuevo Mercedes Petronas RB1, será presentado el próximo día 25 de enero y se le espera para los primeros entrenamientos programados por la FIA en el trazado valenciano de Cheste.
El alemán ha podido recorrer 1151 kilómetros y a pesar de que el tiempo no ha jugado en su favor, su mejor tiempo ha sido tan sólo cuatro décimas superior al record en posesión de Kamui Kobayashi y que data de 2008.
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