Que a una carrera de 24 horas le quiten gran parte de las horas que se tendrían que disputar bajo la noche es algo que le quita parte de su encanto, pero cuando las condiciones meteorológicas mandan, la seguridad ha de primar por encima de todo. Y eso es lo que ocurrió en la edición 2013 de las 24 horas de Nürburgring. La lluvia torrencial hizo que las condiciones de visibilidad fueran pésimas forzando a la suspensión momentánea de la misma.
Tras nueve horas de parón la lluvia siguió siendo protagonista obligando a cada piloto a dar lo máximo de si mismo. Maxime Martin, piloto oficial BMW, fue uno de los que sobre salió en esa situación llegando a rodar hasta 20 segundos más rápido que sus rivales. Por desgracia para el, el esfuerzo fue vano y no pudo dar alcance a los ganadores, el Mercedes-Benz SLS AMG GT3 de Black Falcon formado por un brillante cuarteto: Bernd Schneider, Jeroen Bleekemolen, Sean Edwards Nicki Thiim.
Para la leyenda del DTM, Bernd Schneider, se trata de su primera victoria (y la primera vez que consigue terminar) en el Infierno Verde mientras que para Mercedes-Benz también es su estreno en lo más alto de la clasificación absoluta de la mítica cita de Eifel. Con este triunfo, en los últimos años cuatro grandes marcas alemanas, Audi, Porsche, BMW y Mercedes-Bens han logrado saborear las mieles del éxito.
El BMW Z4 GT3 de Martin Martin, Andrea Piccini, Yelmer Buurman y Richard Göransson consiguió la segunda posición mientras que el podio lo completó otro Mercedes-Benz SLS AMG GT3, el de ROWE Racing con Klaus Graf, Thomas Jäger, Jan Seyffarth y Nico Bastian al volante. Uno de los grandes favoritos, el Aston Martin Vantage GT3 oficial de Darren Turner, Stefan Mücke, Allan Simonsen, Pedro Lamy, y que fueron los grandes dominadores de los primeros compases, sucumbió ante la lluvia y tan sólo pudo ser décimo. Un resultado que les deja contentos pero que seguro que les sabe a poco.
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