Desde 1996, Mercedes-Benz es la encargada de proveer el safety-car para la Fórmula 1. Uno de los elementos más importantes en términos de seguridad dentro de la máxima categoría se profesionalizaba. Unos años después, desde el año 2000, la marca alemana decidía poner al volante de sus coches de seguridad a un piloto de su máxima confianza y con experiencia de sobra para lidiar con las situaciones en las que se veía involucrado: Bernd Mayländer.
Ahora es el piloto oficial de safety-car en la Fórmula 1 el que se encarga de recordar alguna de sus herramientas de trabajo en la última década, desde el Mercedes-Benz CLK55 hasta el actual Mercedes-Benz SLS AMG, que cuenta con un propulsor V8 de 6,3 litros de cilindrada y capaz de entregar 571 CV, presente en la parrilla desde 2010.