Si Mónaco ha significado algo para McLaren-Mercedes es ser su contrapunto en lo que va de temporada. En pretemporada se presuponían ser el farolillo rojo de la parrilla con un MP4/24 que no rendía lo que se esperaba de él. Empezó el año con actuaciones más notables de las que preveían, acercándose a podio y puntuando.
El fin de semana en Mónaco parecía que podía ser un buen escenario para lucir las mejoras que han ido experimentando en McLaren. Y ha sido todo lo contrario. Empezando por el error de Lewis Hamilton en la Q1 mandando su coche contra las protecciones de Mirabeau. La carrera ha sido poco menos que un desastre. Lewis Hamilton no ha podido hacer milagros, el equipo tampoco, terminando finalmente en 12ª plaza (0 puntos). Y si hablamos de su compeñero Heikki Kovalainen, terminó la carrera antes de tiempo cuando rodaba en mejores posiciones estrellando su McLaren contra los guardarraíles de La Piscina.
Y eso que la carrera ha sido buena para ambos. No han tenido grandes incidentes, salvo lo típico: adelantar es muy complicado en Montecarlo. Heikki Kovalainen arrancaba bien y se mantenía rondando las primeras diez posiciones con similar carga de combustible que su compañero mucho más retrasado en última posición de parrilla. Lewis comenzó muy luchador, deshaciéndose rápidamente de los Toyota y aprovechando el juego de blandos que han demostrado que aquí han tenido un rendimiento bajísimo.
Paradas correctas por parte de su equipo y bastante temprana la primera para intentar ganar tiempo rápidamente ya con gomas duras y una razonable carga de combustible. Pero no ha sido suficiente, y hasta ahí nada de sorpresas para McLaren que ya estaban muy tocados según ha comentado Pedro De La Rosa. En la vuelta 48 comenzaba la tragedia para McLaren cuando Hekki Kovalainen perdía el control de su coche saliendo de La Piscina; un poco de inestabilidad por subir los pianos de la primera chicane, más gas de la cuenta y la física hizo el resto: de morro contra los guardarraíles del lado derecho de la pista y de rebote hasta la escapatoria previa a la segunda chicane de esa zona.
Para colmo tras realizar Lewis Hamilton su segunda y última parada se encontraría con Nick Heidfeld en 11ª plaza. Famoso el alemán de BMW por lo difícil que es adelantarlo y hoy no ha sido la excepción. Y eso que Lewis Hamilton casi lo manda fuera de pista tras intentar apurar en Santa Devota metiendo el morro donde no tenía sitio para entrar, pero tampoco ha logrado con ello vender la férrea resistencia que muestra Heidfeld haciendo que el coche que lleve sea tan ancho como la pista. La imagen de Lewis Hamilton retirándose en el box cabizbajo con el casco puesto es el perfecto sinónimo de lo que ha sido Mónaco para McLaren en este 2009.
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