Durante el pasado fin de semana, en una entrevista concedida a la página oficial de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone fue bastante crítico con las grandes escuderías y los elevados dispendios. Para el mandamás de la máxima categoría, la existencia de un límite presupuestario, es fundamental para no revivir épocas pasadas. Toyota, Honda y BMW se marcharon de la máxima categoría tras dilapidar un buen puñado de millones de euros dejando a la Fórmula 1 casi huérfana de grandes marcas.
De aquella espantada surgieron las "nuevas escuderias" (HRT y las actuales Marussia y Caterham) que acudieron a la llamada de la FIA con la promesa de un tope presupuestario. Ese límite jamás llegó a ser efectivo así que no es de extrañar que desde una de ellas se apoye la idea. El director deportivo de Marussia F1 Team, Graeme Lowdon ha afirmado que un límite presupuestario sería bueno tanto para la Fórmula 1 como para las escuderías. Y matiza que no sólamente ellos serían los beneficiados.
Desde Marussia reclaman que las condiciones actuales de la Fórmula 1 difieren bastante con respecto a las que les prometieron: estabilidad en el reglamento y límite presupuestario. Sin embargo, cuestionados sobre la posibilidad de utilizar coches-cliente duranto los tres primeros años, como sugirió también Bernie Ecclestone, la respuesta no es la misma. John Booth se ha mostrado excéptico ya que se ningunearía el trabajo de otras escuderías del pelotón que están haciendo muy bien su trabajo. El británico pone un ejemplo claro.
Si compras un Red Bull harás que Toro Rosso o Force India caigan al fondo de la parrilla. Esto sólo funcionaría si tuvieras 24 coches iguales y entonces se convertiría en una competición monomarca. Y como dice Martin Whitmarsh, que cada equipo fabrique su monoplaza es lo que diferencia a la Fórmula 1 del resto. Booth considera que los límites presupuestarios y el mejor reparto de las ganancias son mejores ideas para promover la igualdad.
Vía | Autosport
