Está claro que con las medidas que está llevando a cabo la FIA los últimos años con sus parches a media temporada, no están tardando los fabricantes y equipos en decir las cosas como son. Bien deberían de escucharles la FIA y Ecclestone por el bien de la F1 si antes no lo hicieron - la reciente y tan activa FOTA tiene mucho que ver desde luego -. Es curioso que mientras ellos dos se preocupan por el bolsillo ajeno que incrementa sus gastos cada año como es tradición, los equipos se opongan a tanta igualdad mecánica entre ellos... ¡y hasta defiendan más la imagen y tradición de la F1!
Mario Theissen con voz propia, y en voz de los demás fabricantes partícipes de la FOTA, no ha tardado en dejarlo bien claro: estudiar una reducción de costes SÍ, pero a costa de convertir la F1 en casi una competición monomarca NO:
"En relación a la temática de los motores y costes, estamos de acuerdo en la reducción de gastos pero sin embargo no podemos estar para nada felices con una normativa que establezca un mismo motor para todos los equipos."
Además parece que el máximo responsable de BMW Sauber le quiere dejar a la FIA un poco más claro el camino de tomar decisiones que lejos quedan finalmente de las expectativas de ahorro levantadas... y de que las consecuencias al final les tocarán a todos los que forman la Fórmula 1:
"La crisis afectará a la Formula 1. Tenemos que saber como afrontarla, ya que nadie puede escapar de ella. Todos los estamentos de la Formula 1 se verán afectados, desde los constructores a los patrocinadores. A largo plazo todo el mundo se verá afectado"
No es por ser agorero, pero en este último comentario se puede leer entre líneas más o menos lo siguiente: que para estar en una F1 con mala imagen, mal organizada y tan cara de mantenerse como siempre ha sido, el mejor ahorro igual es prescindir de ella. De hecho de no ser así no tendrían tantas dificultades últimamente para encontrar patrocinadores, si se supone como tantas veces dicen que hay tantos candidatos haciendo cola por estar en las carrocerías y aditamentos de las escuderías.
Y es que la Fórmula 1 tal como está, lo más fácil es empeorarla. Pero que un mismo cabecilla de los últimos cambios como Max Mosley reconozca su error y dé un golpe de timón a tiempo para mejorar... se me antoja más complicado todavía. Si los fabricantes están a favor de un reglamento justo y bien ideado, e invertir lo que crea cada uno conveniente para competir en él... ¿qué problema hay?
Vía | Sportmotores