El segundo puesto de Alonso en la sesión de calificación de hoy ha sido tan sorprendente como positivo, pero tras comprobar en lo que llevamos de temporada la enorme distancia que separa al Renault R28 de los tres grandes, es lógico preguntarse si lo que ha buscado hoy Alonso ha sido un resultado cara a la galería, o si por el contrario ha destapado el tarro de las esencias.
En mi opinión, ha habido un poco de cada cosa. Es cierto que Alonso ha salido con muy poca gasolina en el depósito de su R28, tal y como reconocía el asturiano al decir que "las estrategias mañana no nos beneficiarán", pero también creo que el resto no andan sobrados de combustible en un circuito en el que resulta muy complicado adelantar. Por otro lado, sí estoy convencido de que hoy hemos vuelto a asistir a una de esas exhibiciones del asturiano que sólo están al alcance de los mejores.
Situar al Renault R28 por delante de los McLaren, los BMW Sauber y uno de los Ferrari, aunque sea con menos gasolina, en una sesión de calificación oficial es para quitarse el sombrero. Mañana saldremos de dudas, pero lo de hoy ya no nos lo quita nadie.