Los costes siguen con su habitual escalada. Hace tan sólo unos días os comentábamos la curiosidad de que cada kilómetro de test le cuesta a cada escudería 1.000€ y los nuevos motores V6 Turbo prometen vaciar las arcas de los equipos, sobre todo de los más pequeños. Esto ha hecho crecer la incertidumbre entre los integrantes del paddock, que temen que en poco tiempo el número de escuderías tienda a reducirse.
Para evitar que las parrillas de salida queden desangeladas, los equipos vuelven a estar buscando diferentes soluciones para evitarlo. La primera sería que los equipos grandes vendan sus chasis a otros más pequeños. Algo que a gente como Ross Brawn no termina de convencer ya que creen que la identidad de cada equipo es muy importante y cada uno debe tener su propio diseño.
La segunda posibilidad y más elegida por las escuderías, sobre todo por las grandes, sería la de utilizar un tercer coche. Tanto Lotus, como Mercedes AMG, en boca de sus responsables, Eric Boullier y Ross Brawn, afirman que esta sería la mejor solución. Según palabras del propio director del equipo Marussia, John Booth, incluso esta opción estaría reflejada ya en la normativa actual, asegurando que si la cantidad de coches en la parrilla desciende por debajo de un número determinado, algunos equipos formarán un tercer monoplaza.
No somos partidarios de la venta de chasis para equipos de clientes. Creemos que la identidad de un equipo es importante. El hecho de que un equipo de diseño y construcción de su propio chasis es importante, pero si la F1 se encuentra un día en una situación en la que no habría no hay suficientes coches en la parrilla, entonces debería considerar la posibilidad de tres coches por equipo, pero sólo en este caso.
Vía | Nextgen-Auto