Honda es una marca única en el sentido de que cuenta con una larga tradición tanto en los coches como en las motos, aunque a decir verdad suele estar algo mejor considerada en dos ruedas que en cuatro. A pesar de ello, la presencia de la marca japonesa en las competiciones automovísticas ha sido siempre de primer nivel y cuando compiten en una categoría, lo hacen con el objetivo de ganar. Es esta forma de pensar la que les lleva a elegir modelos de calle exitosos y transformarlos en máquinas de carreras purasangre.
Honda S800 - Gran Turismo
Uno de los primeros coches por parte de Honda en competir fué el Honda S800, una pequeña máquina con un motor de 873 centímetros cúbicos que en su versión de competición daba más de 100 caballos de potencia con un tope de revoluciones por minuto de 10500. Espectacular, por tratarse de un motor tan pequeño de un coche de los años 60, sin ninguna duda. Esto hacía que el S800 fuera ligero y aunque no fuera muy potente, tampoco era ridículamente lento.
Quizás su carrera más conocida es la de las 12 horas de Suzuka de 1968, donde ganaron la categoría GT-1 contra coches como los Toyota 1600GT, Nissan Skyline 2000GT y otros coches mucho más grandes y potentes de la época. De hecho, el coche pilotado por Kuniomi Nagamatsu y Yoshifumi Kikura terminó en tercera posición general, solo por detrás de dos Toyota 7. Para aquellos que conozcan las prestaciones del Toyota 7, les resultará evidente que una tercera posición en una carrera donde participaran estas bestias es un mérito increible.
El coche, que se fabricó de 1966 a 1970 en su versión de calle, tuvo éxito en las competiciones domésticas pero con los años fué perdiendo importancia a medida que los deportivos japoneses iban volviéndose más potentes y más grandes, lo que implicaba qe los pequeños coches de menos de un litro de cilindrada quedaban obsoletos y sin opciones de buenos resultados. Aún así, la semilla de la competición y el gusto por la victoria estaba plantada en Honda.
Honda RA300 - Fórmula 1
Fué en esa época, paralelamente a los proyectos nacionales, que Honda se planteó entrar en la Fórmula 1. Lo hizo en 1964 (curiosamente con un piloto estadounidense) y en 1965 se llevaron su primera victoria con otro piloto del país de las barras y estrellas, Richie Ginther. Con los cambios de normativa de 1966, Honda empezó a construir un coche que les permitiera luchar por las victorias. El RA273 de 1966 era pesado y poco ágil, por lo que Honda recurrió a Lola para el RA300.
En efecto, el Honda RA300 estaba basado en el Lola T90 de Indianápolis, lo que le valió el apodo "Hondola" por la prensa. El chasis, diseñado por Eric Broadley, era más ligero y manejable, lo que junto al potente motor Honda hacía pensar que el coche podía luchar por ganar. De hecho, luchó por ganar y consiguió hacerlo, aunque el monoplaza probablemente no estaba a la altura y ganó de forma circunstancial. La victoria se produjo el día de su debut, en el Gran Premio de Italia de 1967, donde el RA300 obtuvo el extraño récord de ser el único coche en obtener su primera y única victoria el día de su debut y liderando tan solo la última vuelta.
La carrera es casi más conocida por el recital de Jim Clark que terminó con problemas para el escocés, que perdió una más que merecida victoria, que por la lucha entre John Surtees y Jack Brabham. El hecho que Surtees luchara con un Brabham-Repco, con mucho menos motor, demuestra que el Honda no era un coche para luchar por el mundial, aunque esa flor de un día fué merecida. Significó la última victoria de John Surtees en la Fórmula 1 y la segunda de Honda; última antes de la victoria de Jenson Button en el Gran Premio de Hungría del año 2006.
Honda Accord - Turismo
El Honda Accord de los años 90 fué famoso por su presencia en un campeonato en concreto, por un buen desempeño en él y por el hecho de formar parte de lo que muchos consideran que es la época dorada de esa competición. Hablamos, evidentemente, del BTCC donde el Honda Accord participó a finales de los años 90 con nombres legendarios como Gabriele Tarquini o Tom Kristensen entre otros pilotos particularmente conocidos en el Reino Unido.
Durante los últimos años de presencia del Accord en la categoría, llegó a compartir pista con el Integra Type-R, otro Honda que aunque no está en la lista, también es bonito y legendario tanto a nivel de coche de calle como de coche de competición. El Accord no llegó a ganar ningún campeonato aunque sí luchó por las posiciones delanteras y ganó carreras en el tiempo en el que estuvo en el principal campeonato de turismos británico.
El Honda Accord destaca por ser un coche "serio" que de golpe se convertía en algo capaz no solo de luchar por ganar carreras en un circuito, sono de hacerlo al estilo BTCC. Con golpes a diestro y siniestro, demostrando su robustez a la vez que su velocidad. Quizás fué un movimiento inteligente por parte de Honda para promocionar sus vehículos, aunque también es posible que fuera una casualidad. Lo que sí sabemos es que el Accord formó parte de una época gloriosa de las carreras de turismos.
Honda Civic - Turismo
Precisamente es el Honda Civic, el que lleva tres años seguidos ganando el BTCC y también el coche con el que Honda participa en el WTCC. De hecho, la semana que viene se presentará su equipo para la temporada 2013. Pero mucho antes de esto, desde su introducción en 1973, el Civic ha sido utilizado en un sinfín de competiciones tanto a nivel japonés como europeo o norteamericano. Cualquier cosa le valía al hambriento Civic, que llegó a competir en los 1000km de Bathurst.
Con los años, los Civic siguieron siendo populares sobretodo en Japón y en Estados Unidos, aunque participaban también en el ETCC hasta que se convirtió en campeonato del mundo (WTCC) en 2005. Durante un tiempo, no veríamos a los Civic en las pistas internacionales, anque habría sido demasiado para él. Después de ver el éxito del nuevo Civic en el BTCC, la marca decidió que tenía que intentar hacer lo mismo en el WTCC, donde el coche ha debutado en 2012.
El Civic más reciente participará en el WTCC en 2013 a tiempo completo, aunque ya disputó carreras en 2012 para familiarizarse con el "entorno". Se ha familiarizado bien, aparentemente, pues el piloto que lo condujo en las últimas tres reuniones del año, Tiago Monteiro, obtuvo los mejores resultados en Macau, con una tercera y una cuarta posición que no había marcado en todo el año. Esto hace pensar que el Honda empieza ya a funcionar bien.
Honda NSX - Gran Turismo
Si se dicen en voz alta las palabras "Honda" y "superdeportivo", la siguiente en la serie es, indudablemente, "NSX". El coche desarrollado por la marca japonesa en conjunción con Ayrton Senna es un clásico casi atemporal y con sus buenos momentos en la competición. Aunque la más conocida por el NSX es la del Súper GT, donde compitieron contra los archirivales Toyota Supra y Nissan Skyline, el Honda NSX también tuvo importancia en Europa.
Hablamos de Le Mans, y es que el Honda NSX participó en las 24 horas de Le Mans en tres ocasiones; 1994, 1995 y 1996. Sucedió con el apoyo de Kremer, mientras que el Team Kunimitsu, un clásico de equipo Honda, ocupaba la posición de coche privado. El mejor resultado llegó en 1995, cuando un NSX ganó la categoría GT2 y terminó en octava posición de la general. En 1996 solo un coche participó, aunque terminó y lo hizo en tercera posición de la categoría GT2.
A partir de entonces, sus andaduras se centraron en el Súper GT, donde ganaron en la categoría GT500 en el año 2000 y 2007 y en la categoría GT300 en 2004. El coche fué sufriendo mejoras durante los años, incluso después de que el NSX original dejara de fabricarse. Se había convertido en un icono de Honda y en un verdadero coche de carreras. De los que no tiene presencia en la calle. Un coche con historia que volverá al Súper GT en 2014.
Por cosas como estas, Honda es una gran marca que representa el espíritu japonés del sacrificio, del trabajo duro y de hacer las cosas con pasión para obtener los mejores resultados. Así es Honda y así enfocan ellos la competición. Hasta el momento no les ha ido mal, así que a partir de ahora toca seguir disfrutando con la presencia de la "marca de la H" en las varias competiciones en las que hoy en día sigue luchando por el triunfo.
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