Hablar de Chevrolet es casi sinónimo a hablar de su modelo estrella, Corvette. También es el modelo en el que casi cualquier aficionado al automovilismo pensaría cuando le mencionaran las palabras "coche americano" y "carreras". El Corvette es, ciertamente, un icono del mundo de la automoción, y en particular de las carreras. Pero Chevrolet ha tenido siempre una presencia más extensa en el mundo de las carreras, a parte de su buque insignia.
Chevrolet Corvette (I) - Gran Turismo
Pero lo primero es lo primero, y la historia del Chevrolet Corvette es, desde luego, digna de ser revisada. Construido a principios de los años 50, pronto empezó a disputar carreras locales en Estados Unidos, en competiciones relativamente pequeñas, antes de saltar al ruedo de las competiciones mayores. Pero no fue hasta principios de los años 60, con el primer Grand Sport, que el Corvette se lanzó a las competiciones más importantes a nivel estatal. Chevrolet quería competir contra el Cobra, y de ahí salió la primera versión de competición, pilotada por hombres de leyenda como Roger Penske, A.J. Foyt o Jim Hall.
A pesar de que durante los años 60 primero y durante los años 70, luego, en manos de equipos franceses, suizos y americanos, fueron participantes habituales de las 24 horas de Le Mans, no se pudo llegar a superar el resultado de su primera participación en la legendaria carrera. Fue en 1960, donde terminó octavo, detrás de los Ferrari y el Aston Martin que se coló en tercera posición. Era un resultado destacado para Corvette, uno que tardaría más de 40 años en ser superado, ya en la época moderna del mítico modelo.
El C3 tuvo una participación casi anecdótica en las carreras, siendo Pace Car de las 500 millas de Indianápolis en los años 70, mientras que el C4 llegó a competir en la IMSA bajo el nombre de Chevrolet Corvette GTP, en una edición particularmente espectacular. También tuvo su presencia en Le Mans el C4 "estándar", en 1995, aunque sin un buen resultado que destacar. Pero incluso así, el Corvette llegó a liderar las 12 horas de Sebring del mismo año. La semilla que acabaría germinando años más tarde con las versiones modernas del Chevrolet Corvette estaba ya plantada.
Chevrolet Chevelle - NASCAR
Diez años tuvieron que pasar desde el lanzamiento del Chevrolet Chevelle hasta que pasara a ser conocido como el arma de Chevrolet para la NASCAR. Desde 1973 hasta 1977, el Chevelle participó en la principal categoría de stock car americana. De hecho, Cale Yarborough ganó dos Grand National con el Chevelle Laguna, versión específica que cosechó muchos éxitos en la NASCAR durante los años en los que estuvo activa.
Tanto es así que, de hecho, Yarborough ganó la friolera de 34 carreras en ese periodo, demostrando una capacidad competitiva fuera de lo habitual para la época. Desafortunadamente para Chevrolet, tras el cambio de normativas de cara a 1978, el Chevelle Laguna S-3 era considerado un coche de edición limitada, por lo que tuvo que dejar de participar en la categoría que tantos éxitos le había dado en los años precedentes.
El Chevelle encontró, después de esto, una vuelta a sus orígenes, más americanos de lo que ninguna carrera puede ser. Incluso un estilo más americano que la propia NASCAR, y esto son las carreras en óvalos de tierra y, sobretodo, las carreras de drag. Esto es, carreras donde dos coches con motores extremadamente preparados se baten para ver quien recorre antes una cierta distancia. Incluso hoy en día sigue participando en "carreras" de este tipo, aunque en categorías reservadas a "muscle cars" de los años 70.
Chevrolet Camaro - Varios
El Camaro debutó con éxito en la competición, venciendo las Trans-Am Series en 1968 y 1969 con Mark Donohue al volante, pilotando par nada más y nada menos que Roger Penske. Pero el Camaro no ganó solo en Estados Unidos, pues se llevó por ejemplo el Campeonato Australiano de Turismos de 1971 y 1972. Además, fue el coche oficial de la IROC (categoría especialmente popular durante los años 70 y 80 en Estados Unidos) desde 1975 hasta 1989, tomando el lugar del Porsche Carrera RSR.
Curiosamente, en Suecia existe una copa reservada especialmente para este modelo que se disputa de forma ininterrumpida desde 1975, demostrando la popularidad de uno de los coches más conocidos de Chevrolet en el Viejo Continente. El Camaro ha sido, además, Pace Car de las 500 millas de Indianápolis en numerosas ocasiones, tanto con sus modelos más antiguos en los años 60 y 70 como, recientemente, con la última versión del modelo.
Precisamente la generación más reciente del Chevrolet Camaro ha competido de nuevo en las pistas de los Estados Unidos, después de años sin presencia importante. Además, de la misma forma que el Chevelle, las versiones clásicas del Camaro siguen teniendo cabida en las carreras de óvalos de tierra, así como en carreras de tipo drag, donde estas reliquias se preparan de formas inimaginables para dar una potencia increible y vencer a los rivales.
Chevrolet Monte Carlo - NASCAR
Pocos coches, por no decir ninguno, han competido durante tantos años en la NASCAR como el legendario Monte Carlo de Chevrolet. Debutando a finales de los años 80, tras la marcha del Chevelle, el éxito llegó rápidamente, aunque tras el cambio de normativas con la nueva década y con pocos equipos usando el nuevo modelo, con aún frontal plano, no podían ganarse muchas carreras por la naturaleza extra competitiva de la categoría. Pero cuando se introdujo la versión SS del Monte Carlo, se convirtió en el principal coche de la NASCAR durante la década de los 80, hasta que dejó de producirse para la calle.
Chevrolet tenía muy claro que el Monte Carlo era algo irrepetible, y en 1995 volvió a arrancar la producción del modelo de calle, así como a los óvalos de la categoría de automovilismo más seguida de los Estados Unidos. Pilotos como Jeff Gordon o Dale Earndhart Sr dieron días de gloria al Monte Carlo, que compitió hasta la temporada de 2007, cuando empezó a ser sustituido en algunos eventos por el Chevrolet Impala, que se ha usado hasta 2012.
Hasta catorce títulos de pilotos en total ha ganado el Chevrolet Monte Carlo por su cuenta, por los seis del Impala (dos en su primera época y cuatro en la más reciente), cuatro del Lumina, coche que se utilizó entre las dos épocas del Monte Carlo, y los dos del Chevelle. Un coche que marcó una época en la NASCAR y que, además de ser veloz y ganar un sinfín de campeonatos, cambió el aspecto que los coches de NASCAR tenían, lo que significó darles un perfil algo más aerodinámico que les hace aún más velocies en los óvalos.
Chevrolet Corvette (II) - Gran Turismo
Pero es indudable que la estrella de Chevrolet es el Corvette, y tiene una historia tan rica que no podría resumirse con solo una "plaza". Es por ello que si abríamos el artículo con la primera parte de los Corvette, hay que cerrarlo con la etapa más reciente del deportivo americano, que volvió a la competición el año 1999, con el nuevo C5R que estaba preparado para ganar la categoría de GT en las 24 horas de Le Mans, algo que consiguió en varias ocasiones.
El primer año fue duro, y no fue hasta la temporada 2000 cuando los resultados empezaron a llegar, en forma de una segunda plaza en las 24 horas de Daytona, por ejemplo. Más adelante ganarían en 2001 las 24 horas de Daytona, su categoría en Le Mans, y en 2002 las 12 horas de Sebring en su categoría. El C5R estaba destinado a ser un grande del GT1 en los años siguientes. En 2005 su sucesor llegó, el C6R, que rápidamente venció en la categoría GT1 en Le Mans, aunque encontró en el Aston Martin DBR9 un fiero competidor.
Desde mitad de la temporada 2009, el Corvette C6R pasó a participar en la categoría de GT2, para adaptarse a las nuevas normativas de las Le Mans Series y más adelante el WEC, donde aún participan algunas unidades del coche americano. Desde la entrada de las nuevas normativas, la mayor victoria en las 24 horas de Le Mans por parte de Corvette se produjo en 2011, donde vencieron en la categoría GTE-Pro, demostrando una vez más que el Corvette aún puede luchar con los mejores.
Chevrolet es una de las marcas americanas más importantes de la historia de la competición, junto a Ford, y está claro que su aportación a las carreras es inimitable, sobretodo en lo que respecta a competiciones nacionales, ya sea a nivel muy profesionalizado o más amateur. Muchos empezaron sus carreras deportivas a bordo de coches de la marca Chevrolet, y otros muchos ganaron carreras prestigiosas con uno de ellos. Hoy en día, además, participan en categorías que les eran desconocidas hasta recientemente, como el WTCC, a través de sus recientes adquisiciones. Una marca que sabe adaptarse al cambio de los tiempos.
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