Al comenzar la temporada, como ya ocurriera en las últimas, para buscar un favorito al título del DTM había que buscar entre los cuatro pilotos oficiales de Audi y los cuatro de Mercedes. Tom Kristensen, Martin Tomzcyk, Mattias Ekström y Timo Scheider del lado de los de Ingolstadt y Paul Di Resta, Gary Paffett, Bruno Spengles y Ralf Schumacher por los de Stuttgart. Pero una vez comenzada la temporada rápidamente vimos que el título iba a ser cosa de dos. El vigente campeón, Timo Scheider, y el campeón de 2005, Gary Paffet, se repartirían el liderato desde la segunda carrera, puesto que ya no dejarían hasta concluir el campeonato.
A esta pareja se le sumaría el bicampeón Mattias Ekström a mediados de temporada. Los buenos resultados del sueco, 5 podios consecutivos, le permitieron meterse en la lucha por su tercer entorchado. Pero en esos momentos Timo Scheider ya había cogido la directa. Dos victorias y dos segundos puestos en cuatro carreras le catapultaron hacia un liderato muy sólido que realmente no se vio amenazado hasta la carrera de Dijon.
En Francia, Scheider cayó estrepitosamente en la Q1 dejando a Ekström y Paffett con un buen puñado de opciones de meterse de nuevo en la lucha. El abandono del sueco en esa misma carrera le dejó fuera de la lucha. Scheider perdía un rival y ganaba un hombre de equipo para la última cita de Hockenheim. En ella, el alemán no tuvo más que seguir de cerca a Paffett para asegurarse su segundo título. Paffet, con cuatro victorias en 10 carreras, no podía hacerse con el campeonato. La ausencia de más resultados importantes fue un lastre difícil de superar para el inglés.
En cuanto a las sorpresas, la más agradable de la temporada fue la protagonizada por Jamie Green. El británico perdía su volante "pata negra" en favor de Ralf Schumacher en 2009, aún así, con un modelo del año pasado logró la machada de de ganar una carrera. Un hito para el campeonato. Del lado Audi, los éxitos para un piloto con un coche de año de antiguedad vinieron de mano de Oliver Jarvis. El británico cuajó un gran comienzo de temporada que no pudo continuidad. Aún así, Jarvis se ha ganado el Audi oficial que ha dejado el ya retirado Tom Kristensen.
La gran decepción es sin lugar a dudas Ralf Schumacher. Tras una temporada de aprendizaje, Mercedes le concedió uno de lo coches oficiales, y el hermanísimo no supo responder a las espectativas. Nueve puntos en toda la temporada y superado por pilotos con coches inferiores como los ya comentados Green y Jarvis o incluso por Winkelhock.
También decepcionante se podría calificar la actuación de pilotos como Mathias Lauda, Susie Stoddart, Katherine Legge o los tres pilotos de Kolles-Futurecom, aunque en descargo de los tres últimos, su material era el peor del campeonato. Los otros tres no tienen perdón. Tras varios años en el campeonato sus resultados son pobres. De los 20 pilotos de la parrilla sólo los tres pilotos de Kolles, Stoddart y Legge han finalizado el campeonato con un rosco en el casillero.
En 2010 nos espera un año de transición, aunque aún no sabemos hacia dónde. Las conversaciones con el Super GT nos pueden dar alguna que otra interesante sorpresa. La próxima temporada no habrá modelos nuevos debido a la congelación planteada para la reducción de costes. Jarvis ha ascendido un peldaño mientras que los otros tres oficiales Audi repetirán. Del lado de Mercedes, Schumacher es posible que se marche dejando un puesto oficial, que debería ser salvo sorpresa para Jamie Green.
Aunque por encima de lo mejor y lo peor que haya tenido este campeonato en 2009, lo mejor es que hayamos podido seguir, al menos las dos últimas carreras, en directo por televisión en abierto en nuestro país. Eso sin olvidar que también vimos los entrenos y las dos carreras de F3 Euroseries de Hockenheim. Un hito que esperemos que dure.
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