De la misma forma que la GP2, las World Series by Renault estrenan nuevo monoplaza esta temporada. Visualmente, el paso adelante es significativo, pues el nuevo chasis está directamente inspirado en el R27 de Fórmula 1 de la temporada pasada, con un trabajo aerodinámico considerable, y un motor repotenciado hasta los 500 CV.
A la hora de la verdad, sin embargo, y a diferencia del nuevo GP2, los tiempos de la temporada pasada no se están bajando, ya que aunque se haya aumentado la potencia del motor en casi 100 CV, el peaje a pagar por una mejorada aerodinámica es muy grande.
Al menos esta es la sensación de todos los pilotos que ya pilotaron el FR 3.5 del año pasado y están probando el nuevo monoplaza. A decir verdad, su primera prueba oficial fue bastante accidentada, ya que sólo disponían de un coche por equipo y además la misma coincidió con unos días de fortísimo viento en Valencia. Pocas conclusiones se pudieron extraer entonces.
Desde ayer martes y hasta mañana jueves, todos los equipos se encuentran en Montmeló con 2 monoplazas por escudería, realizando, ahora sí, lo que se puede considerar la primera sesión de test colectivos del nuevo coche. La de ayer fue una jornada de rodaje y puesta a punto, y los tiempos iban bajando a medida que pasaban los minutos. Hoy la pista catalana se ha despertado muy mojada por la lluvia caída por la noche, y todavía no se ha podido acabar de valorar el potencial del nuevo monoplaza.