No podíamos pasar por alto el gran espectáculo vívido durante el pasado fin de semana. A la gran lucha que pudimos ver entre los S2000 atmosféricos y los 1.6L Turbo, tenemos que sumar el final feliz que tuvo el Tour de Corse. Dani Sordo conseguía su primera victoria en el Intercontinental Rally Challenge Y la primera en una de las grandes de la historia de la categoría.
La prueba parecía que iba a ser un duelo entre los dos Skoda Fabia S2000 oficiales de Jan Kopecky y Andreas Mikkelsen contra el Ford Fiesta RRC de Giandomenico Basso y el Mini John Cooper Works SPC de Sordo. Sin embargo, el choque primero del italiano en un enlace de la primera etapa, y el toque después de Mikkelsen contra un poste de telégrafos dejó la prueba en una cosa de dos.
Y eso que Pierre Campana dio el máximo de sí mismo para intentar entrometerse en la lucha entre Kopecky y Sordo. Aun así el cántabro supo administrar el ritmo durante las otras dos etapas y consiguió la victoria en el llamado “rally de las 1.000 curvas”. Algunas de ellas pusieron en dificultades a más de un participante, tanto que alguno incluso llegó a “echar fuego”.