Siempre es un placer volver a ver rallyes de la historia del Tour de Corse plagado de coches y pilotos competitivos. El Intercontinental Rally Challenge nos ha permitido recuperar a la prueba gala por el bien de los aficionados, eso si, esta vez acompañados por un patrocinador que les permitía conseguir ese dinero que les dejó fuera del Mundial de Rallyes el año pasado.
En terreno corso los Peugeot 207 S2000 se mostraron de nuevo my rápidos. Sin embargo no fueron ni Bryan Bouffier, ni Guy Wilks los que optaron a la victoria, en cambio el belga Neuville voló sobre el asfalto. En cambio, los otros dos pilotos, mucho más experimentados, acabaron de la misma forma, con una salida de carretera y teniendo que abandonar prematuramente.
Pero sin duda los que más me defraudaron fueron Toni Gardemeister y Patrick Sandell. Los dos pilotos mundialistas no estuvieron en el ritmo en ningún momento y no consiguieron hacerse a los mandos de su Skoda Fabia S2000 desde el primer kilometro. No es de extrañar que al final del Rally los dos pilotos escandinavos tuvieran una minutada de desventaja con respecto al vencedor final de la prueba, Thierry Neuville.