Fin de semana muy movido el que vivimos en Portugal. La resurrección de Citroën, un ultraofensivo Mads Ostberg, sumado a un griposo Sébastien Ogier nos dejó una preciosa primera etapa. Sin embargo, pronto se iba a acabar la fiesta y tras los accidentes del piloto de M-Sport y de Dani Sordo todo parecía dirigido hacia el primer doblete del equipo Volkswagen.
Nada más lejos de la realidad. Esto son rallyes y aquí no se puede vender la piel del oso hasta una vez lo hayas cazado. En este caso, los problemas mecánicos en los Polo R WRC de Jari-Matti Latvala y Sébastien Ogier a punto estuvieron de dejarles sin victoria. Afortunadamente el francés supo salvar los muebles y sumó para su palmarés y para el de Volkswagen su tercer triunfo consecutivo en cuatro rallyes.