Si nosotros teníamos ganas de que llegara el asfalto al Campeonato del Mundo de Rallyes, parece que los pilotos también tenían muchas ganas de correr el Rally de Alemania. Menudo espectáculo han dado las tres categorías participantes en la prueba germana. Aun así este último se ha visto un tanto desdibujado por la gran cantidad de pinchazos que se fueron sucediendo en las etapas.
Aunque hubo uno que sin duda marcó el desarrollo de la prueba. Y es que no hacia falta más que ver el lenguaje gestual de Sébastien Loeb al finalizar el Panzerplatte. La frustración ante la perdida de la victoria y del record a manos de su mayor rival, Sébastien Ogier, sin duda ha sido lo que más le ha dolido al alsaciano.
Por lo demás, los accidentes y las salidas de pista han marcado la prueba. Mads Ostberg, Jari-Matti Latvala, Kris Meeke o incluso el propio Ogier probaron las cunetas de las carreteras alemanas. Aunque sin duda lo que más impresionó el fin de semana fue el ritmo en asfalto de los dos Mini, Dani Sordo fue el único capaz de completar la gesta con un podio que seguro animará al equipo por completo.
