El Olimpo de los dioses tenia reservado este fin de semana una dura prueba para todo los participantes del Rally Acrópolis. Ford llegaba con la vitola de favorito, con hasta 7 victorias de las ultimas diez participaciones, pero finalmente ha vuelto a ser Citroën la que se ha llevado la victoria. Los franceses llevan seis triunfos en las siete pruebas disputadas.
Pero sin duda la prueba helena nos ha vuelto a dejar esa imagen de dureza e historia que siempre hace aflorar en nosotros ese halo de nostalgia. Aunque sin duda el verdadero protagonista del fin de semana ha sido Mikko Hirvonen y su librada del sábado. El finlandés se quedó aun más pálido de lo que acostumbra.
La otra imagen de la prueba era para Sébastien Ogier. Dejando a parte el hecho de recurrir a las tácticas de equipo para que fuera Loeb el que abriera pista, la joven estrella gala dejaba una muy mala impresión a todos los aficionados al mentir descaradamente al final del tramo nocturno, asegurando que había tenido problemas y que no había levantado el pie deliberadamente.