Al final la prueba griega ha cumplido las expectativas y se ha mostrado como uno de los rallyes más duros del calendario. Las mecánicas han sufrido debido a la superficie tan áspera y rota que se han encontrado los pilotos. Aun así, Sébastien Loeb se ha mostrado una vez como el piloto más rápido y regular llevándose una victoria que puede dejar el campeonato resuelto antes de llegar a la minitemporada de asfalto.
En el otro margen se encuentran los Ford. Una vez más los dos coches de la marca del ovalo han tenido numerosos problemas y tras un pinchazo y una salida de pista, Jari-Matti Latvala y Petter Solberg tenían que rendirse ante la superioridad mental de los dos Citroën que sin cometer fallos se han llevado un bonito doblete sin necesidad de aplicar órdenes de equipo.
En cuanto a los novatos, tanto Ott Tänak como Thierry Neuville están aprendiendo a marchas forzadas. El estonio cada vez nota mayor presión sobre sí mismo y los errores son muy habituales. En el caso del belga los tiempos son muy buenos y a pesar que alguna que otra salida de pista los resultados son mejores que los de su homologo en M-Sport