La primera prueba de las ALMS y de la ILMC nos trajo sorpresas, emoción y además una buena ración de carga emotiva. Como ya comente vía twitter, el circuito de Sebring siempre ha sido un recorrido que me ha gustado por ser uno de esos trazados que difieren de la media. Su asfalto viejo, de color grisáceo tirando a blanco, la suciedad de una pista impregnada por la tierra y el queroseno de los aviones y sobre todo lo bacheado del firme hace que cada carrera en él sea diferente.
Y en este caso a los favoritos de los coches oficiales de Peugeot y Audi se impusieron los chicos de ORECA a los mandos de su 908 Hdi versión “antigua”. Todavía se me erizan los pelos viendo las imágenes de Hugues de Chaunac, director del equipo, muy emocionado después de que su coche viera la bandera blanca en cabeza de la carrera. La segunda sorpresa la daba el nuevo HPD ARX-01e de Highcroft Racing que terminaba a espaldas del ORECA, superando a equipos de mayor presupuesto en su debut.
La emoción también estuvo en forma de accidentes, entre ellos el toque entre Capello y Gené que obligaba a los dos coches a pasar por los boxes y el leve choque que le propinaba Kristensen al ORECA ya con la noche sobre sus cabezas. Entre los GT tampoco se libraron de los problemas, entre los que destaco el accidente a tres bandas que dejaba a uno de los Ferrari 458 de Tequila Patrón fuera de carrera.
Video | Fernischumi
