De dominar el Mundial a placer a que lo hagan otros. De podiums y victorias a posiciones menos relevantes. La llegada del ecuador de la temporada no está sentando nada bien a la escudería de Ross Brawn. El bajón de sus monoplazas ha coincidido con la explosión de Red Bull Racing lo que acentúa los malos resultados de los Brawn GP.
En Alemania las cosas no fueron nada bien y ante la tensión que esto suele producir algunos no han reaccionado de la forma, porque no decirlo, adecuada. Rubens Barrichello se ha quejado de que los errores del equipo le privaron de lograr la victoria.
Esto no es una novedad en la temporada. Tras el GP de España, el brasileño también se quejó de su cambio repentino de estrategia, aunque en aquella ocasión, en las quejas había tufillo a posibles tratos de favor hacia Jenson Button.
Ante todo esto, Ross Brawn no ha tardado de salir a la palestra. El director de Brawn GP ha aclarado a su pupilo que con el ritmo de carrera, undécimo mejor tiempo de vuelta en carrera, era imposible luchar por la victoria.
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