En Inglaterra empiezan a sentir como poco a poco se va complicando lo que ya estaban celebrando como un nuevo campeonato de Fórmula 1 para un piloto británico desde que Damon Hill lo ganara allá por 1996. Y claro, como se tienen que seguir vendiendo diarios, se acogen a esa ley no escrita que dice que si no puedes hablar de los maravillosos triunfos de lo tuyo, pues dale caña a tu rival, que también vende. Y en eso están, en su infatigable empeño de desacreditar a Fernando Alonso.
The Times recuerda a sus lectores que "en las profesiones más corrientes si amenazas a tu jefe y precipitas una crisis en tu compañía que le cuesta 100 millones de dólares es probable que te despidan", acompañando esta didáctica frase con una viñeta presuntamente cómica en la que un hombre le explica a su mujer que "Fernando Alonso ha sido un niño muy malo pero no se le envía a la cama". Pero no es esto lo más grave que saben escribir los imparciales novelistas periodistas británicos. A ver ésta que os parece: "A pesar del daño que ha provocado Alonso y de la miseria que ha extendido en McLaren esta temporada, Dennis parece dispuesto a indultar al temperamental y mal aconsejado campeón español". Incluso se atreven a insinuar que Alonso no sigue por haber sido el que ha sabido sacar de ese coche lo que nadie había podido sacar antes, sino porque "un gran banco español, el Santander, patrocina al equipo y podría sentirse intranquilo si el piloto español es despedido o sancionado". Desagradecidos, estos ingleses, ¿qué habría sido de Hamilton sin la telemetría de Alonso? Digo yo que algo habrá ayudado en su instantánea adaptación a la categoría...
Y claro, si un diario teóricamente serio como el The Times pone el listón tan alto, los sensacionalistas del The Sun contraatacan, y aseguran que una fuente de McLaren les había explicado que lo sucedido en Spa "simplemente demuestra lo desesperado que está Alonso por batir a Lewis". Vamos, en resumen, que ahora va a resultar que Fernando Alonso se fue una noche con su amigo español Pedro De la Rosa al cuartel general de Maranello a robar los planos del Ferrari, desesperado por no poder alcanzar al experto e inocente piloto Lewis Hamilton. Y no contentos con eso, obligaron a los ingenieros (británicos) Coughlan y Stepney a que se comieran el marrón, amenazándolos con meterlos en un cuartillo con Papá Hamilton durante dos semanas... Dos británicos de dudosa ética profesional, dos piratas, dos mercenarios, son los responsables de lo que le ha sucedido a McLaren. Quien quiera ver a Fernando como el responsable de esto, no entiende de la misa la mitad.
Vía | ABC