Más de una década dominando en el Mundial de Rallyes, nueve campeonatos y muchas páginas escritas de su puño y letra en el libro del WRC. El alsaciano y el monegasco han sido una pareja inseparable durante los últimos 15 años, sumando 78 victorias de 167 posibles, número que podría aumentar este fin de semana si consiguen la victoria delante de los paisanos de Sébastien Loeb.
El piloto alsaciano es ya leyenda viva del automovilismo, tras conseguir junto a Daniel Elena romper prácticamente todos los records del campeonato. Muchos todavía nos preguntamos qué hubiera pasado en 2003 si Citroën hubiese dado libre a Loeb para atacar en el Rally de Gales en vez de asegurar el Campeonato de Marcas, o sí en vez de centrarse en otras categorías este año hubiera continuado con el mano a mano que tenía con su ex-compañero Ogier tras la segunda cita del campeonato de este año.
Nunca lo sabremos, pero lo que sí es innegable es que Loeb es actualmente uno de los mejores pilotos de automovilismo de la historia, prácticamente coche en el que se monta lo convierte en oro (o victoria) y ha sido capaz de llevar al límite automóviles tan distintos como un Fórmula 1, un World Rally Car o un GT. El francés quiso dejarlo cuando llevaba dos títulos Mundiales, pero afortunadamente Daniel Elena, su hombre de confianza y copiloto, le convenció para seguir un poco más. Así consiguieron 9 títulos, 78 victorias, 116 podios y 896 scratchs.
Lo más destacable es la regularidad de Loeb, que ha conseguido reducir su número de abandonos a sólo 20 a pesar de estar siempre luchando por la victoria, sea en nieve, asfalto o tierra. Citroën ha querido rendir tributo a la larga carrera en los rallyes de Seb I, pero no debemos olvidar que aquí no acaban las cosas, él continuará cosechando victorias y apabullando a rivales en otras competiciones. Allá donde haya un reto con el que demostrar quién es el mejor, allí estará Sébastien Loeb. Gracias por todo, pareja.