Haciendo caso a las previsiones meteorológicas de diversas páginas, la lluvia podría convertirse en una protagonista de excepción en el Gran Premio de Alemania. Todavía quedan un par de días para que se dé el pistoletazo de salida, pero los partes del tiempo apuntan en esa dirección. No hay consenso, aunque tampoco hace falta. La lluvia al final siempre aparece cuando quiere y en el momento más inoportuno e inesperado.
La última vez que la Formula 1 visitó el trazado de Nürburgring fue en el 2007. Aquel año la prueba se vio afectada por el agua en sus compases finales, deparando un espectacular duelo entre Fernando Alonso y Felipe Massa. Un gran premio que será recordado por los numerosos abandonos que se produjeron cuando el cielo empezó a descargar sobre el asfalto alemán. Ese mismo día se produjo la curiosa anécdota de la grúa con Lewis Hamilton.
Lo positivo de todo esto es que la presencia del líquido elemento podría acabar con el monopolio Brawn GP-Red Bull, otorgando alguna posibilidad a otras escuderías. Entre ambas se reparten todas las victorias esta temporada. La lluvia tiende a recortar las diferencias entre monoplazas, y ahí es donde los pilotos obtienen un mayor protagonismo. La superioridad de estos monoplazas podría verse enjugada con el asfalto mojado.
Mañana sábado seguiremos atentos a ver por donde van los tiros en lo que al tiempo se refiere. La verdad es que no estaría nada mal si finalmente la lluvia hace acto de presencia en la prueba. Seguro que el espectáculo lo agradece.
Vía | Clima MSN, The Weather Channel, Weather2
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