Hay más españoles en la Fórmula 1 que Fernando Alonso y Carlos Sainz. Los ingenieros patrios están muy bien valorados por los equipos de competición y uno de los que más atención ha acaparado en los últimos años ha sido Xevi Pujolar, uno de los más veteranos de la parrilla.
El catalán se formó en la Universidad de Girona en Ingeniería Mecánica antes de salir del país en busca de opotunidades. Antes de su llegada a la Fórmula 1, Pujolar pasó por la Go Kart Da International, Go Kart Cadet French Championship, Team G-Tec y F3000.
En Fórmula 1 debutó en 2002 con el equipo Jaguar F1 Racing como asistente del ingeniero de pista de Eddie Irvine. A finales de la temporada fichó por Williams donde ascendió poco a poco hasta llegar a ser ingeniero de pista de pilotos como Marc Gené, Ralf Schumacher, Mark Webber, Alex Wurz, Pastor Maldonado...
Tras un breve paso por Hispania Racing -algo más breve que el periplo español en la Fórmula 1- volvió a Williams donde llegó a ser Jefe de Ingenieros de Pista hasta 2013 cuando dejó inglaterra camino a Italia.
Su fichaje por Toro Rosso fue muy comentado en su momento, casi tanto como su salida. Después de haber trabajado con Jean Eric Vergne, cuando Helmut Marko decidió dar la oportunidad a Max Verstappen de debutar en la Fórmula 1, Xevi se convirtió en su ingeniero de pista.
Si bien en los inicios la relación parecía ir sobre ruedas a medida que la presión de la familia Verstappen aumentaba sobre Red Bull en busca de un puesto mejor, Pujolar comenzaba a tener problemas con su piloto. Más allá de ignorar las recomendaciones del ingeniero por radio, la promoción de Max a Red Bull supuso el fin de una relación de dos temporadas y media con los de Faenza.
Desde entonces, varios equipos se habían interesado por él, pero según se ha anunciado esta misma semana, Sauber ha sido finalmente el destino elegido por el catalán. Tras la entrada de un nuevo inversor al equipo de Hinwil, parece que los de Monisha Kaltenborn vuelven a tener liquidez para levantar el equipo.
