Leo con cierto recelo una de las últimas noticias relacionadas con el próximo GP de Japón en Fuji. Bridgestone marcará los neumáticos de seco con franjas verdes, acción que se engloba dentro de la campaña de la todopoderosa FIA a favor de una conducción ecológica. Consumir menos para contaminar menos. Aunque a veces los actos se contradicen entre si.
Si no recuerdo mal, durante el pasado GP de Singapur, Gonzalo Serrano lanzaba al aire un dato de esos que no dejan indiferentes a nadie. En Singapur se consumió tanta gasolina en los generadores encargados de alimentar todos los focos como la que consumen cada año todos los equipos de F1. En pocas palabras, una gran cantidad de combustible.
Quiero entender que ese dato sólo hace referencia a toda la gasolina que consumen los monoplazas en los diferentes grandes premios y no a otros consumos relacionados con el equipo como puedan ser los desplazamientos de sus camiones. Aún así desconozco a ciencia cierta cuanta gasolina consume un monoplaza al año, pero dudo mucho que la cantidad sea pequeña. Una vez decidido que en Singapur se consumió mucha gasolina, ¿porque que la FIA quiere dar ese cara de medioambientalmente buena cuando en verdad sigue contaminando tanto o más que siempre? Las acciones de cara a la galería solo sirven para convencer a aquellos se dejan.
Algunos podrán argumentar que teniendo un GP por la noche, Europa, la principal receptora del espéctaculo gastará menos ya que aquí podremos verlo de día. Pero si los números no me fallan la población asiática, cada vez más aficionada a la Fórmula 1, supera a la europea y por gran cantidad. Entonces, ya podemos dejar claro que es por puro espectáculo. Y eso sin contar que los petrodólares cada vez tienen mayor importancia en el panorama de la F1 actual.
Por al menos unos cuantos años más, el espectaculo del mundo del automovilismo siempre estará muy reñido con la ecología. Ni neumáticos verdes (y no sólo las rayas), ni el KERS, ni biocombustibles (al menos los actuales) acabarán con los consumos ingentes de combustibles fósiles. Las alternativas van llegando poco a poco, pero reconozcamos que algunas, al menos para gran parte del público, están reñidas con el carácter de la pura competición.
Quizás lo más complicado sea que Bernie y compañia den el primer paso. Detrás tendrán que venir los fabricantes y ya sabemos que a pesar de que son sólo seis, que se pongan de acuerdo es bastante complicado. Así que por el momento de F1 verde, nada de nada. Pero al menos que no nos tomen por tontos.