A pesar de que el tiempo les ha dado la razón a los responsables del Circuit de Catalunya y en las posteriores visitas de la Fórmula Uno al trazado catalán no han vuelto a repetirse los supuestos incidentes racistas de que fue objeto Lewis Hamilton en una de las sesiones de entrenamientos del pasado invierno, la FIA no parece bajarse del burro.
La Federación Internacional insiste en poner en marcha este fin de semana, curiosamente coincidiendo con el GP de España que se disputa en el Circuit, la campaña antirracista bautizada como 'Carrera contra el Racismo'.
Desde luego, todo lo que sea luchar contra el racismo y por la igualdad me parece positivo, pero vaya, resulta incluso sonrojante que la FIA siga acusando indirectamente a la afición española de racista mientras su Presidente, Max Mosley, ha sido protagonista de un escándalo sexual de connotaciones nazis y sigue en su cargo.
