Muchas veces una curva se les va atragantando sucesivamente a los pilotos que pasan por ella. En este caso el rally de Gales no ha sido menos. Su especiales condiciones de barro muy deslizante y las complicadas condiciones que se han presentado durante todo el fin de semana ha hecho que una de las curvas del duodécimo tramo haya sido un verdadero desguace y en concreto una de sus curvas.
La primera de sus victimas fue Sébastien Ogier. La joven promesa francesa se salía de pista volcando su Citroën C4 WRC y teniendo que abandonar debido a los numerosos daños que había recibido su radiador. El segundo en comprobar los exteriores de la pista fue Conrad Rautenbach que siempre le ha gustado visitar los recónditos lugares de cada prueba del Mundial de Rallyes. Los otros dos pilotos que probaron la cuneta de la curva son pertenecientes del Mundial de Producción. El primero, Daniel Ungir, se salía con su unidad del Subaru Impreza S14 Grupo N y quedaba atascado en el pequeño lago que se había formado tras las últimas lluvias caídas. Mark Higgins con otro Subaru Impreza WRX STi chocaba contra una roca y destrozaba su coche teniendo que tomar el camino de vuelta a casa.
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