El francés Jules Bianchi ha conseguido los primeros puntos de la historia para el equipo Marussia en Mónaco. A lo largo de la carrera Jules pasó por un mar de dificultades, entre ellas una sanción, pero incidentes ajenos y un buen rendimiento le han beneficiado y catapultado hasta una meritoria octava posición.
Para un equipo modesto en el que acabar por delante de los Caterham ya es una buena noticia, el llegar a los puntos es como una victoria. Desde que entraron en la F1 en 2010 había sido imposible entrar entre los diez primeros puestos en carrera - hasta hoy sus mejores posiciones finales se lograron en Singapur y Brasil 2012 - y desde la llegada de Bianchi al equipo en él se encomendaron todas las esperanzas.
Mónaco es un circuito que da grandes oportunidades a los equipos más modestos. Por su dificultad y porque el error en Montecarlo se paga caro. Bianchi salía último por cambiar su caja de cambios y fue uno de los grandes beneficiados de los errores ajenos. Llevó una estrategia a una parada (saliendo con blandos y cambiándolos a súperblandos en la 25) y tuvo que cumplir una penalización de cinco segundos - añadida tras la carrera - por no salir desde el cajón de salida correcto (confundido por la retirada al pit lane de Maldonado).
El final del GP fue un momento de nervios para Bianchi, ya que sabía que tenía que abrir un hueco de más de cinco segundos con el undécimo, que después del incidente entre Kimi Räikkönen y Kevin Magnussen resultó ser Marcus Ericsson. Cruzó la meta octavo y, tras aplicársele la sanción, era noveno, sumando los dos primeros puntos de Marussia.
Esta posición también da prácticamente la décima plaza del campeonato a Marussia. Caterham, que no está evolucionando su monoplaza, tendrá que tener mucha suerte para acabar en una octava posición o mejor.
