Hay pilotos que necesitan mucho más tiempo para madurar que otros, y ese parece ser el caso de Javier Villa. Llegó a la GP2 como una gran esperanza, en pleno apogeo de Fernando Alonso, y las palabras de muchos, anunciándole como el próximo español en llegar a la F1, seguro que no le beneficiaron en nada.
Su primer año fue muy gris, con muy malas clasificatorias, carreras mediocres y bastantes problemas mecánicos. Sin embargo, este invierno ya se le notó un cambio, con buenos resultados en los entrenamientos colectivos.
Su mejoría se ha manifestado ya en el gp de España de este fin de semana. En la primera carrera remontó desde atrás, y hoy ha defendido el primer puesto de partida con uñas y dientes, siendo sólo superado por un gran piloto como es Timo Glock y aguantando hasta el final los ataques de di Grassi y Senna. Esta buena carrera debería darle la confianza que necesita para seguir progresando.
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