Mientras unos como Adrian Newey aseguran que se verán perjudicados por la prohibición del difusor soplado, otros como Jarno Trulli creen que les ayudará. El piloto italiano está convencido de que, siendo más avanzados los sistemas de los equipos más grandes, equipos pequeños como Team Lotus perderán menos tiempo que otros como Red Bull, por lo que la distancia que les separa se verá reducida.
Trulli explica que cada coche se verá afectado de forma distinta por la eliminación de este elemento, puesto que no todos se diseñaron teniéndolo en cuenta al mismo nivel, y por lo tanto hasta que veamos los tiempos a partir de mañana, no podremos comenzar a vislumbrar lo que pasará. Según el italiano, existe la posibilidad de que el equipo consiga meter al menos a un coche en la Q2.
Jarno tampoco ha querido prometer que esto sea así, y es que hay que ser realistas, no tiene por qué pasar, aunque sea una posibilidad. Podría ser que lo consiguieran, que se quedaran fuera por una décima, media, o el mismo segundo (aproximadamente) de siempre, pero el equipo está confiado en que las cosas pueden mejorar en lo que es su segunda carrera en casa, siendo Malasia la primera.
A pesar de todo, el piloto de Team Lotus ha declarado que, al menos hasta el Gran Premio de Hungría, cuando el equipo traerá unas mejoras, cree que seguirá teniendo problemas con la dirección asistida de su monoplaza. Entre las modificaciones que llevarán para la carrera en el Hungaroring, habrá un nuevo sistema de dirección asistida que debería ayudarle a mejorar su situación personal.
Vía | Autosport.com
