Renault iba a Japón con muchas ilusiones. Habían sido los mejores en Silverstone, un circuito de requerimientos parecidos a Suzuka, y tenían la esperanza de volver a ser los más rápidos en seco después de lo visto en China.
Ha bastado una sesión de libres y la clasificatoria para demostrar que el gran premio de Gran Bretaña se celebró cuando los Bridgestone aún no habían alcanzado la superioridad que han demostrado en la segunda parte de la temporada. Massa y Schumacher han conseguido para Ferrari uno de los mayores márgenes del año. Además, para poner las cosas más difíciles a Fernando Alonso, los Toyota Bridgestone han quedado en segunda fila con su táctica a tres paradas.
Es la que siempre usan Trulli y Schumacher en Japón, no tanto por ser su casa como por haberles dado buenos resultados anteriormente. Encima irán ligeros, así que de no superarles en la salida, Alonso deberá esperar seguramente a los respostajes, y los Ferrari ya habrán volado. Todo ésto si no aparece la lluvia y los intermedios Michelin salvan los muebles de Renault.