La Fórmula 1 vivirá un Gran Premio complicado este fin de semana en Singapur. Los incendios forestales que están arrasando las zonas de Borneo y Sumatra, en Indonesia, también podrían afectar al Gran Premio de Fórmula 1 debido a la nube tóxica que está avanzando hacia los países vecinos, como Singapur.
La organización del evento ya está distribuyendo mascarillas entre los aficionados, aunque aún así tendrán que estar pendientes de las lecturas de la calidad del aire que se hagan el viernes por la mañana para asegurarse de que se puede disputar el Gran Premio. La previsión es que la cosa vaya a peor con el paso de los días.
La celebración del Gran Premio no corre peligro
De hecho la Agencia de Medio Ambiente de Singapur ha solicitado a sus ciudadanos que reduzcan cualquier tipo de actividad física prolongada al aire libre. Algo que no casa muy bien con el ejercicio que tendrán que hacer los pilotos, quienes pasarán entre dos y tres horas al día corriendo por las calles de Singapur.
En principio no hay riesgo de que se tenga que cancelar el Gran Premio, pero la Fórmula 1 quiere extremar al máximo la seguridad tanto de los miembros del gran circo como de los aficionados. Por eso habrá constantes avisos en las pantallas gigantes del circuito, así como en la aplicación móvil de la Fórmula 1.
Hay que recordar que, pensando en los pilotos, la de Singapur suele ser la carrera más dura físicamente del año. Es la más larga de duración, casi siempre cercana a las dos horas, pero además suele ser muy calurosa y, por las características del circuito, con mucha curva y cambio de marcha. Este año además se sumará la polución.
Más de una vez algún piloto se ha tenido que retirar de la carrera de Singapur simplemente por estar demasiado cansado, lo que también ha provocado accidentes en las últimas vueltas. Desde la organización del Gran Premio aseguran que la situación es tan cambiante que ahora mismo no se puede prever la evolución.
Desde el pasado miércoles hay varias escuelas cerradas en Singapur, cuando la calidad del aire empeoró hasta ser calificada como "muy mala para la salud". Además, también se están cancelando bastante vuelos en el aeropuerto de Singapur debido a los problemas de visibilidad que causa la nube de humo.