Llegamos a Monza, el llamado por muchos, templo de la velocidad. En el circuito italiano los monoplazas logran las puntas de velocidad más altas gracias a una configuración completamente radical en la que los alerones traseros son casi paralelos al asfalto para producir el menor drag posible. Un recorrido, que sobre la silueta del circuito no parece demasiado complicado, pero que encierra multitud de secretos.
Una vez ya en el monoplaza, los pilotos deberán saber cómo trazar sin errores las numerosas variantes y además hacer Lesmo, la curva Grande y la Parabólica con una trazada que les permita salir a las zonas rápidas del circuito de Monza con una buena velocidad. También será importante la salida, ya que la llegada a la variante del Rettifilo suele dejar numerosos incidentes y los primeros abandonos de carrera.
La frenada, por Brembo
El circuito: DRS velocidad y marchas
En 2013, el Gran Premio de Italia contará también con dos zonas de DRS, con sus respectivos puntos de detección. La primera de las dos será entre las curvas 4 y 5, mientras que la zona de activación estará en la zona rápida (no se puede llamar técnicamente recta) que va a desembocar a la variante Ascari. La segunda zona de DRS tendrá su detección antes de la Parabólica, pudiéndose activar el dispositivo ya en la recta de meta del circuito transalpino.
El análisis de Pirelli
El pronóstico del tiempo
En cuanto al tiempo, las primeras previsiones meteorológicas de la semana anunciaban un Gran Premio de Italia pasado por agua. Sin embargo, y con poco el avance de los días, las previsiones apuntan a días nublados, con temperaturas por debajo de los 30 grados y una pequeña posibilidad de precipitaciones en forma de tormenta el día de la carrera.