A estas alturas de la temporadas pocas, o ninguna, incógnita son las que les quedan por descubrir a los pilotos en cuanto al funcionamientos de los neumáticos Pirelli. En el Gran Premio de Singapur será la cuarta vez que los equipos utilizan el compuesto blando y el superblando (ya utilizado en Mónaco, Canadá y Hungría) por lo que en ese sentido, deben tener bastante claro cual será el plan de trabajo durante el fin de semana.
La temperatura y la humedad serán un grado a tener en cuenta sin olvidar las previsiones meteorológicas. Tampoco podemos olvidar que al ser una carrera nocturna, la temperatura del asfalto será mayor menor que en otros grandes premios por lo que la labor de llevar los neumáticos a la temperatura ideal será más complicado.
No acaban ahí las consideraciones. Las continuas curvas cerradas de segunda y tercera, hacen que Marina Bay sea un circuito muy exigente con los neumáticos. El agarre es más mecánico que aerodinámico por lo que los compuestos sufren más. Algo que se podía compensar con el menor desgaste producido por el asfalto urbano, con menos grip, y por lo tanto que "muerde" menos el neumático.
Desde Pirelli esperan que sean los compuestos superblandos los que marquen el ritmo, pero debido a todo lo anterior, aventurar es demasiado. El Gran Premio de Singapur es una carrera demasiado particular en la que los detalles pueden marcar la diferencia.
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