Llegamos a territorio hostil. Llegamos a la casa de los pilotos McLaren y a la segunda casa de Red Bull, ya que como comentábamos ayer, los chicos de los toros rojos tienen su factoría a tan solo 37 kilómetros del circuito de Silverstone. Con los rumores de lluvia planeando sobre el trazado británico Red Bull sigue siendo la favorita a la espera de ver como le afecta la abolición de los difusores soplados.
Tampoco habría que descuidar a McLaren al que un tiempo cambiante o incluso unas condiciones de mojado pueden darle esas decimas que le faltan para acercarse a los Red Bull y los Ferrari. Algo parecido ocurrió el año pasado. Red Bull llegaba por delante de sus rivales, mientras que los McLaren traían nuevas mejoras para recortar distancias con los dos pilotos de Christian Horner.
Por aquello momentos Ferrari seguía sin despertar y eso se podía ver desde la clasificación donde se veían superados por los Renault, sobre todo por un Robert Kubica que seguía demostrando que con un monoplaza superior podría estar mucho más arriba.
Sin embargo si algo marcó el fin de semana fue la declaración de intenciones de los dirigentes de Red Bull. Mark Webber y Sebastian Vettel llegaban al Gran Premio bastante cerca en la Clasificación General. El alemán rompía su novedoso alerón en los entrenamientos libres y tomaban la decisión de quitarle a Webber el suyo para montarlo en el monoplaza de Vettel. En esos momentos ya se tomaba la decisión de quién era el numero 1 y el numero 2.
Carrera:
La carrera daba un vuelco desde la primera vuelta. En la salida tanto Vettel como Alonso se veían adelantados por pilotos de la mitad del pelotón. Mientras tanto Mark Webber se destacaba en cabeza con un ritmo demoledor y no se vio en ningún momento amenazado en su carrera hacia la victoria y de las ya más que conocidas palabras “no está mal para un segundo piloto”.
La acción se encontraba por detrás con Felipe Massa y Sebastian Vettel teniendo que remontar muchas posiciones tras sus respectivos pinchazos y con Fernando Alonso en dura pugna con el Renault de Kubica. Tras un intento de adelantamiento del español y saltarse una de las chicane, el piloto de Ferrari se quedaba sin batalla tras recibir un drive-through y irse hasta las ultimas posiciones.
Alonso no podía sacar más jugo de su Ferrari y tras un pinchazo se desvanecía cualquier esperanza de pisar la zona de puntos. Vettel llegaba hasta la séptima plaza tras una remontada rabiosa, mientras que el podio era ocupado por Mark Webber, Lewis Hamilton y Nico Rosberg.
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