Tengo que reconocer que la temporada pasada de Felipe Massa no fue la mejor que se le recuerda al brasileño. La llegada de Fernando Alonso supuso un duro escollo al que no pudo hacer frente, relegándole a un segundo plano que seguramente no le hizo la menor gracia. Hecho que se confirmó cuando en el Gran Premio de Alemania aceptó a regañadientes dejarse adelantar por Fernando Alonso en una maniobra, cuanto menos, esperpéntica. Las caras de ambos pilotos de Ferrari eran un poema en la entrega de trofeos.
Con el inicio de este 2011 las cosas parecía que seguían igual que en 2010. Un Felipe Massa apático y dando la sensación de dejadez. Bien es cierto que la suerte no ha estado de su parte, viéndose envuelto en numerosos problemas en sus paradas de boxes. En las últimas tres carreras parece que se ha producido un punto de inflexión. Por momentos el brasileño ha recuperado parte de esa chispa de la que solía hacer gala en el pasado.
Felipe Massa protagonizó junto a Lewis Hamilton uno de esos momentos que ponen los pelos de punta en el Gran Premio de Gran Bretaña. El piloto de Ferrari volvió a demostrar que sigue teniendo garra. Al final el piloto británico de McLaren se llevó el gato al agua, pero con este tipo de actuaciones Massa seguro que va recuperando parte de esa confianza perdida.
En estas últimas tres carreras Felipe Massa ha demostrado una franca mejoría. Poco a poco va estando más cerca de la cabeza, unas posiciones que deben corresponderse más con sus teóricas aspiraciones. Alguno ha señalado el pequeño lunar de su carrera de ayer, cuando Mark Webber le pasó como un avión. No hay que perder la perspectiva, el australiano iba con gomas nuevas y el brasileño en las lonas.
De la misma forma que hace unos meses le critiqué, ahora toca darle un voto de confianza a tenor de los últimos resultados. Felipe Massa se lo merece.
En Motorpasión F1 | Gran Premio Gran Bretaña Fórmula 1
