A pesar de que tras el Gran Premio de Corea del Sur la ventaja se había reducido, el doblete conseguido hoy por Red Bull certifica el primer título en la historia de la escudería. Hoy, tras el Gran Premio de Brasil, Red Bull es matemáticamente Campeona del Mundo de Constructores. Un título que se merecen tras llegar a 2010 con el mejor coche de la parrilla y la mejor pareja de pilotos.
Adrian Newey ha fabricado un coche superior al del resto y que ha hecho que McLaren y Ferrari tuvieran que trabajar mucho para minimizar la diferencia. Si el año pasado Red Bull ya plantó cara a Brawn GP a pesar de contar con el doble difusor una vez pasado el primer tercio de la temporada, este año no ha habido color. El Red Bull RB6 ha sido muy superior. 8 victorias, 19 podios, 14 poles…
El título lo demuestra, pero llega demasiado tarde para lo que podía haber sido. La gestión del equipo, labor de Christian Horner, ha dejado algo que desear. Contar con dos grandes pilotos y aspirantes al título equivale a saber lidiar con los egos y las personalidades. Ya lo dice Ferrari. El equipo siempre está por encima de los pilotos, y en ocasiones en Red Bull no lo han entendido así.
Pero eso es haría de otro costal. Hoy pueden celebrar el primer título en sus seis años de existencia como Red Bull. Dietrich Mateschitz ya tiene su primer trofeo tras invertir muchos, muchos, millones en su escudería. Un gran resultado para un equipo que no cuenta con el apoyo infinito de una gran marca.
Tener a sus dos pilotos luchando por el campeonato hasta la última cita del año ha ayudado a certificar este título, aunque en el Gran Premio de Abu Dhabi va a estar complicado que puedan redondear la temporada con el título de pilotos.
La ausencia de órdenes de equipo, la ética del equipo es loable pero hasta cierto punto no entendible, va a hacer que sus dos pilotos lleguen a la última cita luchando a cara de perro. Además con la desventaja de que Fernando Alonso es el que está por delante. Si se repiten las posiciones de hoy, Fernando Alonso será el campeón y Red Bull no podrá cantar su segundo alirón.
En Racingpasión | GP de Brasil 2010