Como todos sabréis ya, ayer dio inicio en el Circuit de Catalunya la primera de las dos tandas de test que pondrán punto y final a esta pretemporada de Fórmula 1. Tenía muchas ganas de acercarme al Circuit, no sólo para ver de primera mano las sensaciones que transmiten los nuevos monoplazas en pista, sino para llevar a cabo una de las labores más instructivas de los test: cotillear un poco las sensaciones de la gente del paddock.
Se esperaba con mucho interés verificar si Honda había hecho los deberes después de los problemas de juventud sufridos en Jerez, y aunque la cosa pintaba muy bien para Jenson Button durante las primeras horas del día, todo se torció, y de qué manera, cuando el contador de vueltas del McLaren alcanzó su giro número 21.
El McLaren se metió entonces en boxes para no salir ya más en el resto del día. Y quedaban 5 horas de jornada, tiempo más que suficiente para, en condiciones normales, trabajar en el coche y volver a pista. Pero al parecer, las condiciones no eran del todo normales. El problema esta vez parecía ser, según la propia Honda, un componente del MGU-K que precisaba de un rediseño, y que no llegaría al circuito ¡hasta el sábado! En efecto, una pieza aparentemente simple (se habla de una junta) que va a hacer perder un valioso día de tests a McLaren.
Las explicaciones de Yasuhisa Arai, responsable de desarrollo de Honda, encendieron automáticamente el debate entre todos los que circulábamos por el paddock. ¿Cómo era posible que un problema en una junta condicionara casi el 50% de unos tests tan importantes para Honda? ¿Hay algo más que Honda no nos está explicando?
El debate sobre el motor Honda: ¿problema gordo o simple?
Sin poner nombres, os aseguro que las opiniones que recogí fueron de lo mas variopintas. Todas ellas de gente muy acreditada técnicamente, que saben bastante de lo que hablan cuando tocan este tipo de temas (nada de sensacionalismos ni vendehumos). Hay un bando que cree que los problemas del motor Honda son menores y que tienen una fácil resolución. Se cogen al clásico "mejor que estos problemas aparezcan en los test y no cuando empiece el Mundial". Por desgracia, me atrevería a decir que esta es la opinión de una clara minoría, aunque es el deseo de la gran mayoría.
Sin embargo, hay quien ya cuestiona la capacidad de Honda para adaptarse al ritmo de trabajo que exige esta nueva Fórmula 1. Los japoneses tienen una manera de trabajar muy particular y, en cierto modo, poco ágil. Ya vimos como la superpoderosa Toyota no fue capaz de triunfar nunca en Fórmula 1, pese a haber puesto en el proyecto todo el dinero del mundo y más. Siempre se culpó a su métodos como el gran culpable de su fracaso. Y parece que la sombra de Toyota es muy alargada.
Este grupo considera que el retraso que tiene Honda en su motor es considerable, casi inaceptable con el tiempo que llevan trabajando en su diseño y el privilegiado punto de partida de los japoneses: con los datos en la mano de otros motores que sí fueron diseñados desde cero (en concreto, el Mercedes, como debe ser). Si en esas circunstancias no logran hacer un motor decente a la primera, el adjetivo fracaso va a inundar las páginas de la prensa.
¿Qué pienso yo? Pues como en muchas otras ocasiones, en el equilibrio está la virtud. Yo considero que aunque les está saliendo demasiado caro en días de pista, estos problemas son lógicos por la juventud del motor, y aunque hayan sido diferentes en cada ocasión, lo cierto es que parece que cada vez aparecen con más vueltas del coche y son, aparentemente, de menor relevancia. Lo que no es aceptable es que se tarde tanto en resolverlos. Si realmente el problema de ayer fue por una junta, no es posible que hasta el sábado no haya una junta nueva. Esos no son los tiempos de esta Fórmula 1, desde luego.
El tiempo dirá quién acertó en sus pronósticos.